Abuelas y Lejía

Y aunque su mirada fuera oscurísima, y más aún por dentro, su piel emanaba un olor limpísimo, a jabón y a abuela. Limpiaba mi alma a fondo sólo tocarle. Lamía su piel de Marsella y limpiaba las negrísimas heridas llenas de tinta.

Leave a comment

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: